POSIBLE TÍTULO: LA TIJERA DEL AJEDREZ O LA CABRA TIRA AL MONTE

Juan de la Rica feat. Nuevos Mamuts

Desfigurarse con herramientas metálicas finas y precisas como saludo a una persona que se acerca por la misma acera, y, al dejarla atrás, cambiar el rumbo, con el mismo paso, hacia Urgencias.

El día que dé pereza encontrarse con conocidos (sobre todo por tener que presenciar —y, mientras una mejilla cuelga, aplacar— sus aspavientos), salir a pasear yendo directamente a Urgencias, por donde uno sabe por experiencia que no coincidirá con nadie; pero, para que el viaje no sea en balde, rajarse la cara igual. 

La tijera del ajedrez o la cabra tira al monte.

Por allí vemos a un tipo caminando hacia Urgencias en uno de los viajes en los que no se saluda a nadie, pero se saluda. Apresúrate a contestar, yendo tras él, a las preguntas de examen que tiene escritas sobre la espal, corre, ha flaqueado y va a zancadas. Son estas:

  1. Si afirmamos que la cabeza de un hombre con cabeza de caballo es un caballo de cuerpo entero, un hombre con cabeza de caballo decapitado es un hombre cuya cabeza es un caballo sin cabeza. De este modo, un hombre con cabeza de cabeza de caballo decapitado es un hombre muy parecido al hombre con cabeza de cabeza de caballo, pero la expresión del rostro, si no se sabe de dónde viene, parece, por contraste, apagada y siniestra; y un hombre decapitado con cabeza de cabeza de caballo es un hombre al que han cortado la cabeza, cabeza de cabeza de caballo. ¿Se podría llegar a saber, intuyéndolo de algún modo, sin analizar el corte en el cuello, tan solo por el aura que desprende el cuerpo, que ese hombre, el último, tenía una cabeza no humana e incluso adivinar su especie, que era de caballo? ¿Sí y no? ¿Sí Y SÍ?
  2. ¿Qué tiene más valor, una camiseta de Arbeloa —el xportista— auténtica (recogida por un aficionado al finalizar un partido) con una firma de Arbeloa falsa (dibujada por el aficionado) o una camiseta de Arbeloa falsa (no oficial y nunca llevada por el jugador) con una firma de Arbeloa auténtica («Dadme otra, pero que se me deshaga en las manos»; le coge gusto y cada vez las quiere más reventadas)?
  3. ¿Has trincado alguna vez el Alabastro me desgastan? (Si algún día te has hecho esta pregunta, eres un rey).

Cuando el examen lleva rato «en el BOX 14» —como se suele decir en este país de rapaos—, empiezas a responder en la sala de espera de Urgencias, arremangándote y mostrando el brazo, que es de pata de caballo, cuya pezuña golpea el suelo y, junto con las otras, te impulsa hacia el horizonte, donde te desvaneces en contraste con el sol dejando atrás un brillo que palpita y dos preguntas sin responder.