TENEMOS PARED

Ellos y Él están siempre borrachos, SE BEBEN FAMILIAS ENTERAS CADA. Hemos levantado la manta de un asesinato.

Quiero que me entiendas: los asesinos Ellos y Él se la juegan cada noche en el Supermadrid, un apartamento vacío desde los pies hasta el besito. Una maqueta del infierno a vista de burro.

Tu Casita del Árbol, esa escupidera del Far West más grande que mi mano, su tapadera, es el instituto donde aprenden a hacer zetas con un cúter. Raspan las paredes con navajas de las Guerras Family, de modo que hacen saltar pinturas con el puño. Nunca han matado a nadie.

Recientemente se les ha ocurrido construir paredes de globos rellenos de bayas, con arándanos dentro (emplean bolsos y capuchas muy caros con arán-CON ARRIAGA DENTRO). Quieren verter litros de cuchilladas sobre fruta acogida entre ladrillos de látex. NUNCA HAN MATADO A NADIE.

¡Amiga, de esta forma los cortes sangran! Cuanto más realismo, más medicina: acaban por llamar al hospital, arrepentidos.

«TE-TENEMOS PARED… SÉ, OTRA VEZ NOSOTROS… PERDÓN, SÍ, YA CUELGO IMBÉCILES».