Hemos confiscado el programa Leche de poni, el show televisivo con el público muerto de coño para arriba. El plató lo diseñaron unos chavales durante el recorrido del Dragon Khan. En el Furius Baco diseñaron las sombras que proyectas cuando dudas.
Nadie se pierde a Los Gordon (son una familia). Hacia la mitad del Leche, los ves discutiendo sobre botánica con las plantas delante, preocupados como si los escucharan. Exactamente ahí son «leche de poni».
El programa, cuyos aplausos son emitidos por unos perros perseguidos por el público, suele joderse cuando los presentadores son sustituidos por moscas atadas a un hilo muy corto.
Todo esto se graba A TRAVÉS DE UNA BARBA, con lo que se gana NO SE GANA UNA MIERDA.