ACABANDO UNA MANGA

ÑACA. Llegamos a una hora que podría considerarse buena si eras un gatito. Entonces no lo éramos. Para acabar la carrera de Caer Bien, necesitábamos el curso de Amistad con el Bosque. A modo de bienvenida, nos dieron una carpeta forrada con fotos del director de cuando era niño. La de la cuna estremece: fotos de astronomía.

El curso, una aventura sobre la amistad con los árboles para saber hacerte el marica entre maderas. Es relativamente glups, un pinyol, digo que es relativamente fácil considerar que un árbol.

Dormíamos con la cabeza dentro del río, el cuerpo tumbado en la orilla. Es la única manera de no ver cómo las plantas se ponen sus pijamas.

Por mucha amistad que creas haber consolidado con el boscaje, ningún árbol te invita a probarte trajes chulos si no los has cosido tú; y ojo, tiran de látigo. Ahora mismo estoy (mejilla ardiendo) acabando una manga del más bonito que he sabido tejer. Cuidado, para algunos «un traje chulo» son esas bolsitas que si las mojas, SE TE MOJA UNA EXTREMIDAD.

Cada día hay cientos de amigos con los brazos y las piernas mojadas y sus familias tan lejos…