Scucha, Monkey, se acabó el juego de chocar titas con esas figuras hechas de nieve de los diez ídolos del póquer que tienen mejores detalles con sus hijos. ME HE PUESTO ENFERMO.
Tendré que estrenar el termómetro del siglo MAX que me regalaron en el día de primera y segunda parte del abecedario: A. Cuidado, ábrelo.
Por lo que he leído en la caja DE OTRA COSA, en el interior del termómetro hay un país de cómo se llamaban. Erizos emprendedores que empiezan a montar cualquier clase de business en cuanto el mercurio empieza el baile.
Si las empresas de estos ‘rizzos despiadados tienen éxito, el termómetro indica FIEBRE.
Wickah King!! La más famosa. Con una app puedes localizar a comunistas de menos de 1,60 de altura, o bien para encerrarlos en pequeñas cajas de mimbre, o bien para tatuarles las palabras “oh yeah, man” en la planta de los pies.